El libro, presentado hoy, explora estrategias para ayudar a construir un sistema educativo mejor después de la pandemia.
Mexicanos Primero Sinaloa/Redacción
El impacto de la pandemia en la educación de Sinaloa y las alternativas para apoyar a los estudiantes es revisado en el libro Una Calamidad Educativa, junto con casos de países como Bangladesh, Belice, Costa Rica, Guatemala, Kenia, México, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos.
La obra, presentada hoy, fue editada por Fernando Reimers, experto en programas de educación para la ciudadanía mundial y quien además dirige el máster en política educativa internacional y el programa de investigación “Iniciativa Global de Innovación Educativa”, en la Universidad de Harvard.
Gustavo Rojas Ayala , director de Mexicanos Primero Sinaloa, participó en la redacción del capítulo 8, que analiza los diversos impactos del Covid-19 en la entidad, su ramificación en una diversidad de efectos y propone alternativas para subsanar las consecuencias negativas de los estudiantes.
El libro fue presentado durante un panel internacional en el que se debatieron las implicaciones de la pandemia para el aprendizaje en América Latina.
Participantes del panel internacional para presentación de Una Calamidad Educativa
- Juan Alfonso Mejía, Secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa.
- Ana Vásquez, Secretaria de Educación Pública de Quintana Roo.
- Eugenia Garduño, Integrante de Mujeres unidas por la educación.
- Verónica Spross, REDUCA y Empresarios por la Educación, Guatemala.
- Patricia Vázquez del Mercado Herrera, directora de cooperación internacional en Radix Education.
- Fernando Reimers, editor
- Gustavo Rojas Ayala, director de Mexicanos Primero Sinaloa.
El director de Mexicanos Primero Sinaloa destacó que en el estado quedó de manifiesto que las causas de los desafíos que se viven en el sistema educativo no únicamente se explican con la llegada de la pandemia, ya que hay muchas situaciones que han tenido un origen anterior.
El análisis del caso Sinaloa clarificó que, a pesar de los distintos mecanismos que se pusieron en marcha para apoyar a los estudiantes durante el cierre de escuelas, el factor de recuperación de la presencialidad gradualmente obtuvo más valor.
Rojas Ayala reiteró la importancia de generar una mayor vinculación entre el trabajo académico y la toma de decisiones públicas, ya que consideró que en la medida en el que las decisiones implementadas para resolver problemáticas tengan diagnósticos certeros serán más confiables.
Reconoció que el proceso para la materialización de las propuestas también implicará ir viendo cómo encontrar mecanismo de retroalimentación constante de parte de los usuarios de las políticas públicas para que así se pueda mejorar constantemente.
El titular de la SEPyC, Juan Alfonso Mejía, comentó que la parte fundamental del trabajo de continuar con los aprendizajes es evitar quedarse sin opciones, concentrase en contextos diferenciados y entender más a las familias que requieren de un acompañamiento.
Destacó que se han buscado estrategias focalizadas para articular diversas acciones para lograr metas particulares.
Recordó que Aprende en Casa empezó de manera televisiva, pero que se tuvo que adaptar a radio para llegar a los hogares de niños indígenas, por eso era importante saber cómo aprenden las distintas comunidades.
Mejía López reconoció que se tiene que combatir el abandono escolar, que se le dio seguimiento en el ciclo escolar pasado a más de 132 mil niños y que hoy están ante más de 56 mil niños que pudieran tener riesgo de abandono, por lo que hoy llegan a una opción más, que está considerada en el libro Una Calamidad Educativa. Mejía se refirió a los Centros Comunitarios de Aprendizaje, de los que, al momento, hay 773 que ya abrieron para dar tutorías a niños y niñas.
El doctor Fernando Reimers compartió que el objetivo del libro es mostrar de qué manera ha afectado la pandemia, la oportunidad educativa y cuáles son las opciones para continuar enseñando, además de analizar qué tipo de estrategias podrían desplegarse para ayudar a construir un sistema educativo mejor después de la pandemia.
Fernando Reimers consideró que, a raíz de la irrupción de la pandemia a los sistemas educativos, existen una serie de ideas que se van a quedar, como descubrir que nadie aprende cuando está asustado, que educar bien significa atender integralmente al estudiante, redescubrir que la escuela no puede hacer bien el trabajo sin buena articulación con las familias, entender la necesidad de dar a los docentes condiciones para aprender en tiempo real a desarrollar las capacidades que le han falta.
La calamidad educativa es que, a pesar de todos los esfuerzos, sobre todo en la región de América Latina con grandes problemas de desigualdad social, se están perdiendo los importantes logros educativos que se lograron en los últimos 20 años, la educación se había convertido en una prioridad importante y esos logros se están quedando atrás.