La educación debe ser una prioridad transversal y una responsabilidad compartida. Hoy deben sentarse las bases de una alianza sólida y cohesionada, que ponga al centro el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes en Sinaloa
Mexicanos Primero Sinaloa es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro que trabaja para impulsar el derecho a aprender de todas las niñas, niños y jóvenes.
La firme convicción es que la educación es la mejor forma de construir una sociedad justa, pacífica, equitativa e incluyente. El derecho a la educación exige que este sea triplemente incluyente. Es decir, estar, aprender y participar.
Esto significa que todos los niños deben estar en la escuela en su edad normativa, por lo menos, hasta el final de su educación obligatoria; que aprendan y desarrollen habilidades pertinentes y relevantes para seguir aprendiendo en su vida y que participen e incidan en su propia educación y proceso de aprendizaje.
Responsabilidad compartida
Para Mexicanos Primero Sinaloa, la educación debe ser una prioridad transversal y una responsabilidad compartida. Hoy deben sentarse las bases de una alianza sólida y cohesionada, que ponga al centro el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes en Sinaloa.
La pandemia de la Covid-19 puso al sistema educativo frente al desafío de balancear el derecho a la vida y a la salud, con el derecho a la educación. Y con ello, se puso en riesgo el presente y el futuro de toda una generación.
Hoy, existen razones justificadas para esperar importantes retrocesos en los niveles de aprendizaje académico y socioemocional y para que aumenten las tasas de abandono escolar.
Ante el panorama descrito, Mexicanos Primero Sinaloa asumió el compromiso de construir la memoria histórica de esta crisis. Desde la investigación y le generación de evidencia, nuestra principal tarea fue proponer estrategias para resguardar el derecho a la educación y las oportunidades de toda una generación.
Contrarrestar el efecto de los prolongados cierres escolares en el aprendizaje académico y socioemocional de toda una generación, tiene que ser una tarea compartida.
Estamos inmersos en una época que pide renovación en todos los sentidos. La situación de México antes de la pandemia era inequitativa, excluyente e incapaz de garantizar el derecho a aprender de muchas niñas, niños y jóvenes, principalmente de aquellos que más lo necesitaban.
Nuestras expectativas
Nuestras expectativas y metas deben ser más ambiciosas y aprovechar la oportunidad histórica que actualmente tenemos para reimaginar y poner en práctica aquella visión de futuro que queremos y necesitamos para las siguientes generaciones.
Tenemos la oportunidad de imaginar un sistema educativo democrático, que reconozca la importancia de trabajar en conjunto y de manera corresponsable entre la sociedad y el gobierno para lograr objetivos comunes.
Una educación centrada en las personas a las cuales se les permita tomar decisiones basadas en la flexibilidad y con el involucramiento y participación de la comunidad escolar.
Además, que cuente con un sistema de información para conocer la situación específica de cada escuela y sus necesidades y que la autoridad educativa destine presupuesto suficiente para proporcionar los insumos materiales y equipamiento para que los estudiantes sigan aprendiendo.
Porque podemos y debemos reimaginar juntos la educación.
“El derecho a la educación exige que este sea triplemente incluyente: que niñas y niños estén en el aula, que aprendan y participen”.