Consiste en el proyecto “Salud en clases, grandes aprendizajes”, realizado por la Red por la educación, Fundación Coppel y la iniciativa Ventila tu escuela.
55 salones de clase en cinco escuelas públicas de nivel básico de Culiacán, participarán en el proyecto “Salud en clases, grandes aprendizajes”. Esto, con el objetivo de reducir las probabilidades de contagio de niñas, niños y docentes de diversos virus, principalmente por Covid-19.
Se trata de un esfuerzo realizado por organismos de sociedad civil agrupados en la Red por la Educación en Sinaloa, Fundación Coppel y la iniciativa Ventila tu Escuela. El proyecto consiste en la construcción e instalación de un purificador de aire en cada aula y un medidor de CO2 a cada plantel, así como capacitación para el uso óptimo de los equipos. Con esto se beneficiarán de manera directa 2,051 alumnos, así como 72 docentes y directivos.
Ileana Castro, directora de Save the Children en Sinaloa, explica que el proyecto tiene objetivo sumar acciones o estrategias para un regreso seguro a clases.
“El regreso de nuestras niñas, niños y jóvenes a las aulas no lo consideramos necesario, lo consideramos urgente”, señala al destacar la necesidad de disminuir las brechas que se profundizaron en cuanto a desigualdad con las clases a distancia, la importancia de que las y los niños reconstruyan sus canales de comunicación, y reforzar la seguridad en los planteles educativos.
Como parte de la Red por la Educación en Sinaloa, Mexicanos Primero Sinaloa considera este proyecto como un aporte muy importante para brindar mayor seguridad en el regreso a clases presenciales. Con ello, este proyecto representa una nueva oportunidad de restituir el derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes en el estado.
El dispositivo.
Científicos e investigadores mexicanos se unieron para desarrollar la estrategia “Ventila tu escuela”, respaldada por algunas empresas, y que se puso en marcha en 2021 en planteles educativos de la Ciudad de México, Puebla, Sonora, Coahuila.
La tecnología consiste en un ventilador económico, pues no requiere gran uso de energía eléctrica. Lo conforman cuatro filtros purificadores. Este dispositivo expulsa aire y, a través de sus filtros atrapa las partículas, bacterias y virus que puedan estar contaminando el ambiente. Deberá colocarse justo al centro del aula.
Entre las ventajas de esta tecnología destaca que, no es necesario un cambio constante de filtros, pues su vida útil es de seis meses y son de fácil adquisición.
“Está probado y tiene una efectividad importante, en donde ya se ha experimentado con él. Se sabe que ha disminuido hasta en un 91 por ciento los casos de contagios”, comenta.
El medidor de CO2.
La estrategia implica la medición del monóxido de carbono. Se trata de un aparato fácil de usar y que solo deberá ingresar al aula en dos momentos a lo largo de la jornada de clases: una hora, o una hora y media después del ingreso de los alumnos a la escuela, debido a que a la llegada las y los niños ingresan agitados por el trayecto al plantel escolar. Lo que hará que la lectura se eleve.
El segundo momento, antes de abandonar las aulas, luego de que las niñas y niños permanecieron entre tres y cuatro horas en el salón de clases.
A diferencia del ventilador, el medidor de CO2 deberá colocarse en una esquina del aula, alejado de las y los niños, a fin de que el resultado de la lectura sea más objetiva.
El proyecto durará 7 meses, y por el momento estará presente en 55 aulas educativas, esperando que se pueda extender a otras escuelas del estado.