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juego de la silla

Urgen atender deterioro de escuelas; ya no podemos esperar más: Mexicanos Primero Sinaloa

Gustavo Rojas Ayala expone que la falta de un diagnóstico con información precisa sobre las escuelas impide contar con un plan de calidad, disminuyendo la posibilidad de atender todas las necesidades de los planteles.

Los rezagos y carencias en materia de infraestructura en las escuelas del nivel básico son parte de una grave crisis educativa silenciosa de la que poco se habla, pero que existe. Es preocupante que en Sinaloa aún no sea posible reabrir todos los planteles que cerraron en 2020 por la pandemia, expone Gustavo Rojas Ayala.

El director general de Mexicanos Primero Sinaloa recuerda, que como primera acción en esta materia, la nueva administración de la Secretaría de Educación Pública y Cultura indicó que 2 mil 593 planteles en el presentan necesidades de distinta índole.

Sin embargo, agrega, la problemática de la infraestructura se va revelando con más precisión a partir de las protestas y bloqueos de vialidades de familias que reclaman por atención, o a través de datos anunciados por el gobernador en conferencias semaneras.

“Así supimos de los 117 planteles sin electricidad o de las 43 escuelas que no podrán abrir sus puertas por estar en remodelación. ¿Hemos de sumar los 117 planteles a los 43? ¿Están todos estos ya incluidos en el listado de 2,593 o se deben sumar?”, cuestiona.

Con información imprecisa es difícil comprender la magnitud del problema y buscar de manera efectiva soluciones, considera.

“Sin información, sencillamente no se fragua un plan. Sin ese plan, la probabilidad de atender a todas las necesidades disminuye”, subraya Rojas Ayala.

El director general de Mexicanos Primero Sinaloa refiere que en 2017, el Plan de Estatal de Desarrollo señalaba un déficit de construcción de 816 aulas, 65 laboratorios, 198 talleres tecnológicos y 2 mil 498 anexos. En estos últimos se consideraba la instalación de 405 subestaciones eléctricas; la rehabilitación de 2 mil 431 edificios y la dotación de 3 mil 015 lotes de mobiliario escolar. También se mencionaba que sólo 48.3% de los planteles contaban con espacios para usar tecnologías de la información y la comunicación.

Cinco años después, añade, el último informe de gobierno de Quirino Ordaz Coppel informó de la construcción de 441 nuevas aulas, 47 laboratorios, 16 talleres y mil 258 anexos, además, se ejecutaron 4 mil 700 acciones de rehabilitación y la dotación de mobiliario a 607 escuelas, gracias a recursos del Seguro Institucional que se cobró en especie, y se crearon 25 nuevas escuelas. Todo, con una inversión cercana a los 2 mil 500 millones de pesos.

“¿Cuánto de los riesgos estructurales a escuelas antiguas diagnosticados en 2017 siguen aún sin atender? No se sabe. ¿Cuántas nuevas necesidades surgieron por el vandalismo o el deterioro producido en las escuelas por el abandono? Lamentablemente, el sistema educativo sinaloense tiene un grave defecto: cuenta con poca y deficiente información para saber cómo está”, sostiene el representante de MPS.

Y de eso se habla poco, porque la discusión tiende a centrarse en la escasez de recursos, por eso son valiosos llamados a solicitar recurso extraordinario como el que hizo el diputado José Manuel Luque, presidente la Comisión de Educación Pública y Cultura del Congreso del Estado de Sinaloa, reconoce.

Hugo Echave Meneses, director del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, ha declarado que recibió un presupuesto de 240 millones de pesos, pero el presupuesto aprobado por el congreso al ISIFE para educación superior es de 215 millones 802 mil 884 pesos, expone.

Rojas Ayala enfatiza que la crisis educativa que vive Sinaloa golpea primero y con más fuerza a los más pobres y marginados. Preescolares, primarias y secundarias, sobre todo en sectores periféricos de las grandes ciudades del estado, en comunidades rurales y campos agrícolas, presentan una mayor concentración de necesidades.

“Cuando se cae el techo de una secundaria, cuando no hay luz en la primaria, cuando no hay baño en el preescolar, hay un riesgo mucho mayor de excluir a esos estudiantes de sus derechos educativos. Llegar a la educación superior presupone ya haber librado todos esos riesgos”, dice.

Por ello, contar con nuevos recursos gestionados de manera extraordinaria sería un gran aporte.

El congreso y el gobierno del estado tienen las atribuciones y los medios para evaluar la factibilidad técnica de implementar reasignaciones presupuestarias que irriguen el recurso que hoy hace falta para atender a las escuelas de nivel básico, subraya.

El director general de Mexicanos Primero Sinaloa indica que la elaboración del plan sectorial educativo es una oportunidad inmejorable para contar con una hoja de ruta clara respecto a cómo resolver los grandes problemas educativos, como la crisis de precariedad en las escuelas, porque si no se ofrece a todos los estudiantes la oportunidad de regresar, no sabrá a quiénes y a cuántos perdió el sector educativo, ni se les podrá traer de vuelta.

Tampoco se podrá diagnosticar y reactivar los aprendizajes de quienes más excluidos han quedado en todo este tiempo de pandemia, por lo que ya no se puede esperar más, advirtió.

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