Skip to content

Trabajamos de la pepena, pero teníamos el sueño de ayudar a los niños: Esmeralda Quiñónez

La madre de familia encabezó la práctica Escuelita Temporal Extensión Bicentenario, que transformó una escuela de tejabán en un espacio físico con recursos tecnológicos y didácticos; recibe mención honorífica del Premio AEI

En la periferia del sector norte de la ciudad de Culiacán está la colonia Bicentenario, formada en su mayoría por familias que trabajan como pepenadores en el relleno sanitario que les queda a unos metros.

En ese entorno de escasos recursos y desventajas, Esmeralda Patricia Quiñónez Terán, una madre de familia, se las ingenió para, con el apoyo de la sociedad, transformar una escuela de tejabán en un espacio físico con recursos tecnológicos y didácticos para que niños y niñas de la colonia pudieran continuar su proceso educativo durante el periodo de cierre de escuelas por la pandemia.

El proyecto de transformación de este centro educativo fue inscrito en el Premio AEI, de Mexicanos Primero Sinaloa con el nombre de la práctica Escuelita Temporal Extensión Bicentenario, la cual se llevó una mención honorífica.

Quiñónez Terán aclara que cuando inició Escuelita Temporal no lo hizo pensando o esperando ganar un premio o un reconocimiento, sin embargo, agradece a Mexicanos Primero Sinaloa por reconocer el esfuerzo, dedicación, amor, cariño y fe que le puso al proyecto, el cual no hubiera sido posible sin el apoyo de todas las personas que se fueron involucrando en el proceso.

“Esto fue un trabajo de todos: mío, de mis hermanas, de la ciudadanía, de mis amigos, de mi familia, de personas que fui conociendo en el camino. Yo soy una persona que creo mucho en Dios y creo que Dios hizo posible todo esto”, indica.

Subraya que cuando se tienen recursos es muy fácil hacer las cosas, pero el proyecto de Escuelita Temporal lo iniciaron sin tener ningún recurso.

“Somos pepenadoras, trabajamos de la pepena y teníamos simplemente un sueño de ayudar a los niños, ya que mi hermana era estudiante de ciencias de la educación y ella se estaba esforzando para salir adelante para cambiar su futuro, de ser una pepenadora a ser una maestra. Ya se recibió y ya es una maestra”, comenta.

La madre de familia recordó la frase de un cantante de rap que le gusta, que dice: “dales educación a los pobres, pero no les des una pobre educación”.

En Sinaloa, asegura, todavía hay una pobre educación y su compromiso es que por lo menos en el entorno de su colonia mejoren esas condiciones y que todos tengan la oportunidad de estudiar.

Incluso, adelanta Esmeralda, ella misma se ha planteado como meta estudiar la preparatoria.

Comparte:

Más notas