Se requiere de cambios profundos que puedan transformar y mejorar las prácticas educativas, destaca Ángel Leyva Murguía, Director de Investigación en Mexicanos Primero Sinaloa
Ante los desafíos que enfrenta México, es momento de poner a la educación en el centro de nuestras prioridades y garantizar que cada niña, niño y joven tenga la oportunidad de aprender y desarrollarse plenamente, expuso Ángel Leyva Murguía.
El Director de Investigación en Mexicanos Primero Sinaloa manifestó que hablar de educación implica mucho más que palabras, requiere de cambios profundos que puedan transformar y mejorar las prácticas educativas en los diversos contextos en los que se encuentran nuestras niñas, niños y jóvenes.
Leyva Murguía subrayó que es esencial tener una comprensión clara de nuestro pasado y presente para visualizar el futuro, por lo que este análisis debe ser acompañado de una visión a largo plazo que trascienda administraciones gubernamentales y ponga el derecho a aprender por encima de cualquier otro interés.
“Garantizar que las niñas, niños y jóvenes estén, aprendan y participen en la escuela, es una tarea compleja, pero no imposible. Sociedad y gobierno deben articularse para enfrentar los enormes retos que por muchos años se han arrastrado y se profundizaron por la pandemia”, consideró.
El Director de Investigación en MPS detalló que hay algunos aspectos que la nueva administración federal debiera atender para impulsar la mejora educativa.
Infraestructura y equipamiento escolar
La infraestructura adecuada y el equipamiento son fundamentales para crear comunidades de aprendizaje. Sin embargo, muchas escuelas en México todavía carecen de servicios básicos como agua y electricidad, así como de sanitarios, computadoras y acceso a internet.
Estas carencias son especialmente notorias en las zonas que enfrentan mayores rezagos y marginación, expuso.
Valorización y profesionalización docente
Leyva Murguía indicó que el fortalecimiento de la formación inicial y continua de los maestros es una deuda pendiente.
Es necesario que esta formación sea sólida y adecuada a los retos de los distintos contextos, consideró, además de mejorar las condiciones laborales y crear sistemas de incentivos que reconozcan el desempeño docente es imprescindible.
Transparencia y rendición de cuentas
Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema educativo es crucial para una gestión adecuada.
“Se requiere de sistemas de información públicos, actualizados y pertinentes que visibilicen la situación de las escuelas”, expresó.
Esto permitiría tomar decisiones basadas en evidencia, beneficiando tanto a las autoridades como a las comunidades educativas, destacó.
Atención socioemocional
El representante de MPS subrayó que la pandemia puso en evidencia la importancia de la salud mental de los estudiantes y la necesidad de atención a su bienestar emocional.
Ante ese contexto, es urgente implementar estrategias que ofrezcan entornos seguros y de sana convivencia, promoviendo el desarrollo integral de los alumnos, manifestó.
Primera infancia: una etapa crítica
La primera infancia, que abarca desde el nacimiento hasta antes de los seis años, es crucial para el desarrollo cognitivo, físico y emocional. La Estrategia Nacional de Primera Infancia debe ser impulsada con compromiso y responsabilidad, asegurando que los niños asistan a la escuela desde el primer grado de preescolar.
Evaluación de los aprendizajes
La evaluación de los aprendizajes es fundamental para mejorar la política educativa. Herramientas como las evaluaciones internacionales (PISA) y las nacionales (como PLANEA) deben ser fortalecidas y utilizadas para tomar decisiones basadas en evidencia, comentó.
Un Sistema Nacional de Evaluación de la Educación robusto debe formar parte esencial de la agenda educativa, agregó.
Un asunto de Estado
El derecho a aprender debe ser una prioridad de Estado, capaz de trascender los sexenios. Lograr una gobernanza democrática que articule los esfuerzos de todos será esencial para un cambio profundo en el sistema educativo.
Leyva Murguía recalcó que es el momento de que la educación sea una prioridad y la exigencia ciudadana debe ser coordinada y propositiva, con un claro entendimiento de que aprender importa.