Opinión
Ha transcurrido un mes desde el inicio de las campañas electorales, y es visible la ambigüedad y generalidad que las candidatas y el candidato a la presidencia de la república han expresado en sus propuestas educativas. Lograr que el derecho a aprender se cumpla será difícil si se sigue abordando el tema de forma superficial y sin una ruta clara y focalizada en conformar comunidades de aprendizaje que realmente respondan a las necesidades de los estudiantes.
En ese sentido, se requiere que las propuestas electorales encaminadas a mejorar la educación consideren las voces, preocupaciones y necesidades de docentes y directivos, los cuales comúnmente son ignoradas por aquellos que acceden al poder. La desconexión entre las promesas de los políticos y las necesidades reales en las escuelas debe ser atendida y mitigada, ya que escuchar las voces de los implementadores de cualquier cambio educativo es fundamental para que las transformaciones sostenibles puedan llevarse a cabo.
De acuerdo con un sondeo realizado por Mexicanos Primero a 500 docentes y directivos acerca de sus percepciones sobre la Nueva Escuela Mexicana y los Libros de Texto, se obtuvo que existen prioridades que no están resueltas. Estas preocupaciones son numerosas y muestran que aún hace falta mucho por hacer.
Un tema recurrente ha sido la infraestructura escolar, la cual es insuficiente para brindar a muchas niñas, niños y jóvenes condiciones dignas para aprender. Esto se visualiza a nivel nacional en las carencias de condiciones y servicios básicos, como las 26,463 escuelas sin luz, las 56,109 sin agua o las 5,950 sin sanitarios. Asimismo, escaso acceso tecnológico para impulsar aprendizajes fundamentales, como las 127,000 escuelas de educación obligatoria que no cuentan con computadoras y las 168,163 sin internet, son otras limitantes para favorecer la educación inclusiva.
La formación docente es otro elemento prioritario para los actores educativos, ya que les permite procesos de mejora continua de su profesión para hacer frente a los retos que enfrentan en su labor diaria. Sin embargo, es claro que este tema también ha sido ignorado. Hay que recordar que solamente se le han destinado 96 pesos anuales para su aprendizaje profesional o que las escuelas normales se encuentran olvidadas de la conversación pública y actuando con presupuestos inerciales año con año.
Los docentes y directivos también expresaron la necesidad de apoyo socioemocional en las escuelas. Este tema no es un asunto menor, ya que desde la pandemia se arrastran secuelas que no han sido debidamente atendidas y han repercutido en la salud mental de los alumnos. Los ambientes escolares deben ser espacios seguros y propicios para la convivencia sana y armónica, donde todos se sientan incluidos y valorados. Cuidar e impulsar el aprendizaje socioemocional contribuiría entonces a mejorar los resultados educativos para las y los estudiantes.
Estos son algunas de las preocupaciones que en este periodo electoral han sido ignoradas por los aspirantes a la presidencia de la república y que requieren ser escuchadas. Responder a las necesidades reales del sistema educativo para generar compromisos y respuestas integrales a la complejidad del sistema no se logrará con base en ocurrencias. El próximo 7 de abril se llevará el debate presidencial, lo que representa una gran oportunidad para que estas preocupaciones sean abordadas. Desde Mexicanos Primero seguiremos impulsando la agenda educativa, así como visibilizando las voces de todos aquellos que buscamos construir una sociedad cada vez mejor.