Opinión
El pasado 8 de diciembre desde Mexicanos Primero Sinaloa hicimos llegar al Congreso del Estado un análisis sobre la Iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2023. En este documento destacamos que es necesario redirigir 77.5 millones de pesos a los rubros de primera infancia, equidad e inclusión, así como en desarrollo profesional docente. Asimismo, la actual propuesta no incluye el desarrollo de programas específicos de recuperación de aprendizajes, combate al abandono escolar ni atención socioemocional de los estudiantes. Por el contrario, los efectos de la inflación, así como los recortes que enfrentaron algunos programas propician un escenario cada vez más complejo para el sistema educativo.
En lo que respecta al presupuesto para atender la equidad e inclusión se identificaron varias alertas. El Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial fue uno de los más afectados ya que tuvo una reducción real de 8.20%. Esto significa perjudicar a los alumnos con discapacidad y aptitudes sobresalientes en educación básica para que reciban atención educativa acorde a sus necesidades. En el caso del Programa La Escuela es Nuestra de Tiempo Completo y el Programa Niños Migrantes/Apoyo a migrantes en Sinaloa se les entregaría exactamente los mismos recursos que el año 2022, los cuales disminuirían 7.76% por el efecto de la inflación.
En el caso de los recursos destinados al rubro de profesionalización docente, se visualiza una seria afectación al Programa de Desarrollo Profesional Docente al disminuirle casi una cuarta parte de su presupuesto (24.69%) en términos reales. Lo anterior daña el derecho de los estudiantes para contar con maestros preparados que les apoyen en su desarrollo académico y emocional ya que el programa tiene como objetivo fortalecer la formación, actualización y capacitación de los docentes. En el caso de las escuelas formadoras, ninguna alcanzará a contrarrestar los efectos de la inflación, siendo la Escuela Normal de Sinaloa la más afectada al recibir prácticamente los mismos recursos que el año 2022.
Un elemento estratégico para Sinaloa es el compromiso del gobernador con el pacto por la primera infancia. Sin embargo, se identifica una alarma importante por la reducción real de 20.6% del Programa de Expansión de la Educación Inicial. Esto afecta a las niñas y niños menores de 3 años que requieren los servicios de educación inicial. Otros rubros que benefician a la primera infancia también han sido afectados por la inflación. Por ejemplo, pueden encontrarse reducciones reales para SIPPINA, la educación inicial y preescolar, así como para los Centros de Atención Infantil (CAI) y el servicio de guarderías a madres trabajadoras.
Las disminuciones en el Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial; el Programa de Desarrollo Profesional Docente y el Programa de Expansión de la educación inicial fueron las tres más graves ya que se redujeron sus recursos más allá de la inflación. La decisión de quitarle recursos a estos programas federales es incongruente con la necesidad de atender los graves efectos que propició la contingencia sanitaria sobre el derecho a aprender de los estudiantes. Además, forman parte de los pocos programas del gasto federalizado que se mantienen desde el año 2020, los cuales se redujeron de 13 a 6 en estos años.
El presupuesto para el año 2023 se visualiza insuficiente para romper la inercia del año 2022 ya que nuevamente no se contemplan recursos adicionales, programas ni rubros específicos para identificar y atender las consecuencias de la pandemia. Aún es tiempo para que los diputados locales reasignen los recursos necesarios para que las niñas, niños y jóvenes sean realmente una prioridad.
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Ángel Leyva