4 prioridades para la educación ante la pandemia

Este lunes 25 de enero se celebró una nueva conmemoración del Día Internacional de la Educación, instaurado por la UNESCO en el año 2018 como forma de destacar la importancia de la educación para la paz y el desarrollo en el mundo. Sin una educación equitativa e inclusiva, los países no avanzarán en desafíos como alcanzar la equidad de género, revertir el deterioro del medioambiente y terminar con la pobreza. La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad de los estados.

La conmemoración, durante este año, estuvo fuertemente marcada por la crisis que la pandemia de COVID-19 ha traído a los sistemas educativos de todo el mundo. Y es que actualmente, millones de niñas, niños y jóvenes en el mundo están fuera de las escuelas tanto física como virtualmente.

Silenciosamente, las afectaciones del periodo prolongado de confinamiento se dejarán sentir en consecuencias como pérdida de aprendizajes y deterioro del normal desarrollo social y emocional de los estudiantes. De no mediar acciones inmediatas, urgentes para confrontar esta crisis, es posible proyectar consecuencias graves a largo plazo para la democracia, la estabilidad social y la prosperidad económica en el mundo.

UNESCO propone que, frente a este escenario de posible catástrofe, se prioricen las siguientes acciones:

  1. Dar urgencia a la elaboración de planes de reapertura escolar responsables, con apoyos concretos para asegurar la integridad de toda la comunidad escolar: docentes y directivos, estudiantes.
  2. Invertir en formación y apoyo continuo para maestros ante las dificultades pedagógicas generadas por la crisis.
  3. Invertir en infraestructura tecnológica crítica para la implementación de mecanismos educativos híbridos, que, ante posibles escenarios de confinamiento social en el futuro, permitan la inclusión de estudiantes en todos los contextos.
  4. Aumentar sostenidamente los niveles de financiamiento público para los sistemas educativos en los presupuestos nacionales y locales.

En síntesis, se trata de hacer de la reactivación y recuperación educativa una prioridad pública de primera línea.

En esta conmemoración también se destacó la idea de considerar esta crisis como una oportunidad para diseñar y construir mejores sistemas educativos, más humanos, más justos y equitativos. En definitiva, de pensar nuevos paradigmas y propósitos para el rol de la escuela y de la educación en nuestra sociedad.