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Opinión

Democratizar la acción pública: cuando sociedad civil y gobierno trabajan juntos
09/enero/2025
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Daniel Rodriguez
Daniel Rodríguez
Investigador en Mexicanos Primero Sinaloa

La colaboración entre la sociedad civil organizada y el Gobierno es un pilar fundamental para la atención y resolución de los problemas públicos de manera eficaz. Ningún gobierno puede, por sí solo, enfrentar la complejidad de los desafíos actuales. Por ello, la inclusión de la sociedad civil permite no sólo enriquecer las decisiones con diversas perspectivas, sino también fortalecer la legitimidad y eficacia de las políticas públicas.

Las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel crucial como intermediarias entre los ciudadanos y el Estado, representando demandas y necesidades específicas que muchas veces no son visibles desde las estructuras gubernamentales. Al hacerlo, promueven una mayor transparencia y equidad en la toma de decisiones. Por su parte, los gobiernos que fomentan la participación activa de estas organizaciones logran diseñar e implementar soluciones más inclusivas y sostenibles, cimentadas en la realidad social.

El enfoque de gobernanza, que ha cobrado relevancia en las últimas décadas, subraya la necesidad de que tanto actores públicos como privados y sociales trabajen en conjunto. Este modelo rechaza la idea de que los gobiernos son entes autónomos y autosuficientes, promoviendo en su lugar la coproducción de políticas y la corresponsabilidad en su implementación. De esta manera, se distribuyen de forma más equitativa tanto las cargas como los beneficios de las acciones públicas.

En el caso de México, el papel de la sociedad civil ha sido especialmente relevante en temas de justicia, derechos humanos y acceso a servicios básicos. Promover una agenda de atención a la población de la primera infancia; impulsar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, así como personas de la comunidad LGBTTTQ+; establecer políticas de cuidado del medio ambiente; lograr condiciones más dignas para los trabajadores; y contar con gobiernos más transparentes para combatir la corrupción, son solo algunos de los logros obtenidos en las últimas décadas que no podrían explicarse sin el rol protagónico de la sociedad civil organizada.

Por su parte, un ejemplo claro de la importancia de esta colaboración es el monitoreo y evaluación de las políticas públicas, donde la sociedad civil puede aportar datos concretos, evidencias y propuestas para mejorar los procesos gubernamentales. En sectores como la educación y la salud, la intervención de las organizaciones de la sociedad civil ha resultado en iniciativas que atienden de forma más precisa las necesidades de comunidades vulnerables, mientras que, en el ámbito de la transparencia, su participación ha sido clave para combatir la corrupción y fortalecer la confianza ciudadana.

Sin embargo, a pesar de sus beneficios evidentes, esta relación enfrenta obstáculos importantes. En muchos casos, las autoridades perciben a las organizaciones de la sociedad civil como entidades críticas o incluso opositoras, lo que dificulta establecer vínculos de cooperación y, por lo tanto, su incidencia.

Ante esto, la construcción de canales institucionalizados de diálogo es indispensable para superar estas barreras. Foros de consulta, mesas de trabajo y acuerdos formales son herramientas que pueden facilitar el entendimiento y la colaboración entre ambas partes. Además, estos espacios fomentan una cultura de corresponsabilidad, donde cada actor asume un rol claro en la solución de problemas públicos.

En conclusión, la colaboración entre la sociedad civil organizada y los gobiernos es una estrategia imprescindible para enfrentar los desafíos sociales de manera integral. Más allá de las diferencias que puedan existir, ambos actores comparten el objetivo común de mejorar la calidad de vida de la población. Al unir esfuerzos, se pueden construir soluciones más justas, equitativas y sostenibles. Esta alianza no solo mejora la eficacia y legitimidad de las políticas públicas, sino que también fortalece la democracia y el tejido social, elementos esenciales para el desarrollo de cualquier sociedad.

Fuente: https://www.noroeste.com.mx/colaboraciones/democratizar-la-accion-publica-cuando-sociedad-civil-y-gobierno-trabajan-juntos-NC10123284

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