El informe Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México 2024 destaca que la educación inicial es un elemento vital para el desarrollo infantil, pero enfrenta bajos niveles de cobertura y conciencia social en nuestro país
La educación inicial y preescolar en México enfrenta grandes retos en términos de cobertura, calidad e infraestructura, a pesar de ser un pilar clave para el desarrollo integral de niñas y niños, destaca la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
Según el informe Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México 2024, apenas 5 de cada 100 niñas y niños de 0 a 2 años están matriculados en algún programa de educación inicial, ya sea escolarizado o no escolarizado.
El documento agrega que, a nivel preescolar, la tasa de cobertura neta alcanza el 67.8% para niñas y el 66.1% para niños, dejando fuera del sistema a más de un millón 300 mil infantes de entre 3 y 5 años.
Mejoredu subraya que, aunque la obligatoriedad de cursar los tres grados de preescolar está vigente desde el ciclo escolar 2008-2009, el acceso universal sigue siendo un desafío, especialmente en comunidades indígenas, rurales y zonas marginadas.
Factores críticos y desafíos persistentes
Entre los factores que limitan la asistencia escolar en la primera infancia que se mencionan en el informe destacan la falta de conciencia sobre la importancia de este nivel educativo, la insuficiencia de recursos humanos e infraestructura, y los presupuestos limitados.
El estudio refiere que persiste una visión cultural que subestima la relevancia de la educación inicial, priorizando únicamente la atención a necesidades básicas.
Además, las desigualdades regionales son evidentes: estados como Yucatán, Tabasco y Guerrero lideran en tasas de asistencia escolar para niños de 3 a 5 años, superando el 85%, mientras que el promedio nacional es de 76.3%. Sinaloa, con 77.2%, se ubica en el lugar 15 a nivel nacional y ligeramente por encima de la media en este indicador.
Mejoredu advierte que factores como la distancia a los centros educativos y la falta de redes de apoyo afectan la matriculación, especialmente en familias donde los cuidadores trabajan fuera de casa.
Estrategias para el avance en educación inicial
La reforma constitucional de 2019 estableció la educación inicial como obligatoria, universal, pública y gratuita, marcando un precedente legal importante, pero para materializar este mandato, el estudio de Mejoredu sostiene que es imprescindible adoptar estrategias integrales.
• Impulsar estrategias que contribuyan a contrarrestar los factores asociados a la inasistencia escolar.
• Ampliar la conciencia en la población en general sobre la importancia de la educación en la primera infancia para su adecuado desarrollo físico, socioemocional y cognitivo para las niñas y los niños menores de 6 años.
• Coordinación entre las instituciones que operan servicios de educación inicial para avanzar hacia la mejora de los servicios.
• Gestionar la ampliación de espacios educativos y adecuarlos para integrar a las niñas y los niños.
• Realizar campañas de sensibilización.
• Promover y ampliar los programas dirigidos a fortalecer las prácticas de crianza de madres, padres y cuidadores.
Debido a que la mayoría de las niñas y los niños menores de 3 años no tienen acceso a un centro educativo formal que les permita potenciar su desarrollo cognitivo, socioemocional, físico-motor y del lenguaje, es necesario redoblar esfuerzos para asegurar que accedan a la educación en la primera infancia, expresa el estudio.
El documento de Mejoredu destaca que, según evidencia científica, como los estudios de Heckman (2008), demuestra que invertir en educación inicial genera retornos significativos, tanto en el rendimiento escolar como en el desarrollo social y laboral.
En el contexto de la Nueva Escuela Mexicana, la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI) busca garantizar que niñas y niños menores de 6 años ejerzan plenamente sus derechos a la educación, protección y desarrollo integral.
Para lograrlo, es indispensable un cambio cultural que reconozca a la educación inicial como una base para la equidad y el desarrollo humano en México, un esfuerzo requiere no solo la participación del gobierno, sino también de todos los sectores sociales, que deben asumir un compromiso activo con el futuro de la niñez mexicana.
Fuente: Mejoredu