La coordinación y comunicación interestatales podrían ser una herramienta de mejora en la atención educativa de este sector vulnerable de la población
Cada año, miles de familia salen de sus lugares de origen para desplazarse a otras regiones del país, entre ellos el estado de Sinaloa, en busca de trabajo en campos agrícolas. Con ellos van sus hijos e hijas en edad escolar, quienes además de enfrentarse a condiciones económicas y sociales adversas, encuentran barreras y dificultades para acceder al derecho a la educación.
Frente a este panorama, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) presentó el informe La coordinación interestatal para la atención educativa de la niñez jornalera agrícola migrante, donde hace un llamado a replantear la forma en que el Estado atiende las necesidades educativas de las niñas, niños y adolescentes de familias jornaleras agrícolas migrantes (NNAFJAM).
El documento advierte que las políticas actuales son insuficientes y fragmentadas, y que la falta de coordinación entre entidades federativas, así como la escasa capacitación del personal educativo, impide garantizar el derecho a la educación de este sector de la población.
Recuperar lo que ha funcionado
Mejoredu propone reactivar programas clave como el Programa Binacional de Educación Migrante (Pronim) y el Programa de Atención Educativa a la Población Escolar Migrante (PAEPEM), cuya desaparición dejó vacíos institucionales difíciles de llenar.
También llama a fortalecer la colaboración entre los Servicios Educativos Estatales (SEE), el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), con el fin de brindar atención continua a estudiantes migrantes en todo el país.
El informe propone una estrategia articulada en cuatro niveles:
- Federal. Emitir lineamientos específicos para la atención de NNAFJAM, incluir esta atención en el presupuesto nacional, capacitar al personal en sistemas de control escolar y promover la formación docente con enfoque intercultural y multilingüe.
- Estatal. Designar responsables de la atención a esta población, recuperar experiencias previas, realizar diagnósticos FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) y sensibilizar a comunidades educativas sobre la importancia de la inclusión de niñas y niños migrantes.
- Interestatal. Establecer redes de comunicación entre entidades emisoras y receptoras, consensuar contenidos educativos básicos y organizar reuniones periódicas que fortalezcan la colaboración regional.
- Social. Vincular a empresarios agrícolas, gobiernos locales, DIF y organizaciones sociales para asegurar una atención integral que incluya salud, alimentación y protección de derechos.
Más allá del aula
El estudio de Mejoredu enfatiza que los NNAFJAM no solo enfrentan barreras escolares, sino también contextos laborales donde los menores muchas veces participan en actividades agrícolas o de cuidado. Esto agrava su exclusión educativa. Por ello, insiste en que cualquier política debe considerar la realidad económica y social de estas familias.
La propuesta es avanzar hacia una política educativa integral, sostenida y territorialmente pertinente, que no dependa del compromiso individual de algunos actores, sino de una estructura institucional robusta, para lograr garantizar que ningún niño o niña migrante quede atrás.