Pese a ser clave para la toma de decisiones, los resultados de aprendizaje quedaron fuera del último informe de AMLO, en un sexenio marcado por la suspensión de evaluaciones y un estancamiento en la prueba PISA, destaca Ángel Leyva
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador presentó su sexto y último informe de gobierno, pero entre el mar de datos y palabras de su mensaje estuvo ausente el tema de los aprendizajes en la educación.
Ángel Leyva Murguía, Investigador de Mexicanos Primero Sinaloa, subrayó que el aprendizaje es un elemento crucial en la educación, porque esa información permite la toma de decisiones informadas, sobre todo, en el contexto de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana.
“Es una herramienta fundamental para identificar problemas, planificar, medir avances y priorizar las áreas que requieren atención en los distintos contextos. La omisión de este tema y la falta de transparencia sobre lo que realmente aprendieron, o no, los estudiantes mexicanos durante este sexenio son preocupantes”, dijo.
Durante este sexenio, la evaluación de los aprendizajes ha sido claramente relegado por el gobierno y prueba de ello son la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la suspensión de la prueba PLANEA, la resistencia a evaluaciones internacionales como PISA y la intención de disolver la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), comentó.
Mexicanos Primero destacó que el único dato que se tiene para conocer el estado de los aprendizajes en México son los resultados de la prueba PISA, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se aplica a las y los estudiantes de 15 años
Al comparar los resultados arrojados por la Prueba PISA 2023 y medirlos con los de la edición 2018, se observó un retroceso tanto en matemáticas como en lectura y ciencias.
Área PISA 2018 PISA 2023
Matemáticas 409 395
Lectura 420 415
Ciencias 419 410
Leyva Murguía subrayó que estos resultados reflejan un estancamiento que ha persistido durante los 20 años que México ha participado en esta evaluación y consideró que dejar fuera cuestiones tan relevantes como la medición de aprendizajes, limita la capacidad de promover los cambios necesarios en materia educativa.