Estudio del CONEVAL expone las carencias y desigualdades que limitan el derecho a una educación digna y equitativa en México
El Estudio Diagnóstico del Derecho a la Educación 2024 publicado recientemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) puso en evidencia la inequidad educativa que prevalece en México y que el derecho a la educación está lejos de cumplirse.
El estudio puso en relieve las carencias, desafíos y limitaciones que enfrentan estudiantes de todas las edades y niveles, especialmente los provenientes de sectores en condiciones de pobreza y marginación.
“Los resultados del estudio muestran un sistema educativo profundamente inequitativo que se manifiesta desde la primera infancia. Al respecto, existe una baja cobertura en este nivel, ya que solamente 4.8% de las niñas y niños de 0 a 2 años recibieron de educación inicial, y menos de una cuarta parte (23.9%) de los menores de 3 y 5 años asistieron al preescolar. Esto muestra una gran área de oportunidad para atender el derecho a la educación desde edades tempranas”, destacó Ángel Leyva Murguía.
Las desigualdades se intensifican en los niveles educativos superiores. Según el CONEVAL, la diferencia en la asistencia escolar es más pronunciada en media superior y superior: los estudiantes de familias que viven por encima de la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI) tienen 15.2 y 14 puntos porcentuales más de probabilidad de asistir a la escuela, respectivamente, en comparación con aquellos que se encuentran por debajo de esta línea de pobreza.
“Aquellas familias con menores ingresos ven afectada su capacidad para cubrir necesidades básicas y, por tal motivo, se limita su acceso a la educación”, consideró el director de Investigación en Mexicanos Primero Sinaloa.
Otro factor que frena el acceso a una educación digna y segura son las condiciones de la infraestructura educativa. El estudio reveló que en el ciclo escolar 2022-2023, el 21.5% de las escuelas en educación básica no contaba con agua potable, el 18.1% carecía de lavamanos, el 8.8% de electricidad y el 4.2% de sanitarios.
La situación es aún más crítica en las escuelas comunitarias, donde más de la mitad de los preescolares, primarias y secundarias carecen de agua potable. Esta precariedad estructural afecta directamente las condiciones de aprendizaje y seguridad de los estudiantes en contextos vulnerables.
Leyva Murguía agregó que el estudio del CONEVAL también destaca el bajo desempeño de los estudiantes mexicanos de 15 años en la prueba PISA, y la posición de México por debajo del promedio en comparación con los países de la OCDE.
“Tomando de referencia la última evaluación, se muestra la tendencia al estancamiento, ya que se obtuvieron puntajes de 395 en matemáticas, 415 en lectura y 410 en ciencias. Al respecto, las diferencias en el rendimiento de los estudiantes son diferenciados por el nivel socioeconómico, lo que visibiliza los enormes retos de brindar educación de calidad y equitativa para los estudiantes”, dijo.
El investigador subrayó que los resultados del CONEVAL ponen en evidencia que en México el derecho a la educación, pese a ser fundamental, está lejos de cumplirse en términos de accesibilidad, equidad y calidad.
Expuso que, más allá de los discursos, es imprescindible adoptar políticas públicas basadas en evidencia que prioricen las necesidades de las niñas, niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, porque solo con el esfuerzo conjunto de sociedad y gobierno, se podrá avanzar hacia un sistema educativo que verdaderamente impulse el desarrollo y garantice un aprendizaje de calidad para todos.