Mexicanos Primero y Fundación Femmex plantean una serie de acciones orientadas a reducir la pobreza menstrual y promover el acceso a la menstruación digna en los planteles educativos
Según datos de UNICEF, en México se estima que 4 de cada 10 estudiantes prefieren faltar a la escuela durante su periodo por no contar con condiciones adecuadas, por lo que asegurar condiciones para una menstruación digna protege el derecho a aprender que tienen millones de niñas y adolescentes en nuestro país.
Mexicanos Primero y Fundación Femmex colaboraron en la elaboración del documento Menstruar en la escuela: Manual de acción para docentes y personal directivo, en el que abordan esta problemática y plantea una serie de acciones orientadas a reducir la pobreza menstrual y promover el acceso a la menstruación digna en los planteles educativos.
El documento destaca que la falta de acceso a productos menstruales, instalaciones adecuadas y educación sobre el tema impide que muchas niñas y adolescentes vivan su periodo con dignidad. Esta situación, conocida como pobreza menstrual, afecta directamente su asistencia escolar, su bienestar emocional y su derecho a la educación.
El manual retoma hallazgos del estudio “Menstruar en la escuela” en donde se planten algunos avances legislativos y buenas practicas de las autoridades educativas y experiencias desde la cotidianidad escolar para ofrecer un enfoque integral y aplicable a distintas realidades en México. Su propósito es que la menstruación no sea una limitante para el aprendizaje y la participación en la escuela.
Tres pilares para una menstruación digna en la escuela
El manual propone tres componentes clave para garantizar que las estudiantes puedan gestionar su menstruación sin que esto afecte su educación:
- Educación menstrual.
Es fundamental ofrecer información basada en evidencia científica a todas y todos los estudiantes, promoviendo un ambiente libre de tabúes y estigmas. Esto permite que las niñas y adolescentes comprendan su ciclo y lo gestionen con seguridad, y que los niños también se involucren en una cultura de respeto y apoyo.
La falta de conocimiento genera inseguridad y perpetúa mitos que afectan la autoconfianza y la inclusión de quienes menstrúan en la comunidad escolar.
- Acceso a productos menstruales
La carencia de insumos como toallas sanitarias, tampones o copas menstruales genera desigualdad y exclusión. En algunos estados ya se han implementado programas gubernamentales para la entrega gratuita de estos productos en las escuelas, pero es necesario ampliar su cobertura y garantizar que lleguen a quienes los necesitan.
El manual enfatiza la importancia de que las estudiantes tengan acceso a diversas opciones para elegir la que mejor se adecue a su comodidad y contexto.
- Infraestructura adecuada
Muchas escuelas en México carecen de baños limpios, privados y con agua potable, lo que dificulta la gestión menstrual de las estudiantes. Mejorar la infraestructura escolar con espacios adecuados y botes de basura en los sanitarios es clave para asegurar condiciones dignas.
Además, la falta de estos servicios puede generar ausentismo y deserciones, ampliando la brecha de género en la educación.
Un compromiso de toda la comunidad escolar
El manual subraya que garantizar una menstruación digna en las escuelas no es solo una responsabilidad de las autoridades, sino de toda la comunidad escolar. Directivos, docentes, familias y estudiantes pueden generar cambios significativos desde la información y la sensibilización hasta la implementación de soluciones prácticas.
El derecho a la educación no debe verse interrumpido por la falta de condiciones para gestionar la menstruación. Asegurar entornos escolares inclusivos y equitativos contribuirá a reducir la brecha de género y a garantizar que ninguna estudiante vea afectado su aprendizaje por una situación que es completamente natural.
Garantizar el acceso a educación menstrual, productos adecuados e infraestructura digna no solo impacta en la vida de las estudiantes, sino que también fortalece una sociedad más equitativa y libre de estigmas.
Fuente: Mexicanos Primero