Skip to content

Juan Carlos Aguirre, un maestro que teje historias para transformar vidas

Originario de Escuinapa, el cuentacuentos sinaloense lleva la magia de la literatura a los rincones más inesperados

Desde su infancia, Juan Carlos Aguirre Ochoa encontró refugio y pasión en las páginas de los libros, donde la imaginación lo transportaba a mundos acuáticos y enfrentaba monstruos con coraje, pero su relación con la literatura trascendió el mero entretenimiento y se convirtió en su vocación, en su manera de tejer lazos y transformar realidades.

Originario de Escuinapa y docente de profesión, Aguirre compartió en el blog En Voz Alta, de Mexicanos Primero, que fue a través de la narración donde encontró un puente para llevar historias a rincones olvidados, donde el sueño se desvanece y la esperanza se desdibuja. Desde centros penitenciarios hasta comunidades rurales, su voz resonó, llevando consigo un tesoro invaluable: el poder de los cuentos para sanar almas.

Un faro de esperanza

En el Centro Penitenciario Aguaruto, Aguirre Ochoa no solo encontró oídos ávidos de historias, sino corazones sedientos de redención. Ahí fundó «Las bibliochicas de la peni», una sala de lectura donde la literatura se convirtió en un faro de esperanza para mujeres que se sentían atrapadas por la desesperanza.

“Para llegar, recuerdo que tomaba dos camiones y, al entrar al reclusorio, pasaba por cuatro filtros de seguridad, caminaba alrededor de 50 metros por suelo terregoso donde me volvían a dar los rayos del sol, entraba al área femenil, llegaba a la biblioteca y este grupo de 22 mujeres me recibía con una sonrisa de oreja a oreja esperando el nuevo cuento que les narraría y comenzaba la magia”, expresa en el blog.

Talleres de poesía, teatro y composición de corridos se convirtieron en herramientas de empoderamiento, liberando no solo la mente, sino también el espíritu.

“Les daba clases de cuento/poesía a sus hijos una vez por semana. Algunos de esos niños vivían con sus madres en el penal y sus poemas reflejaban sus sueños de ser libres y tener un hogar”, comparte.

Más allá de las fronteras

La labor del maestro de Escuinapa traspasó fronteras físicas y culturales. Llevó consigo el regalo de la palabra desde niños migrantes en comunidades rurales de Culiacán, hasta pueblos desplazados en Colombia.

En Barranquilla, entre rostros niños venezolanos marcados por la partida forzada de su país, sus cuentos se convirtieron en un bálsamo para el alma herida. Con un relato titulado «El escondite», Aguirre invitó a los pequeños a explorar los laberintos de sus emociones, desatando nudos de dolor y tejiendo lazos de solidaridad.

“Lo analizamos y lo conjugamos con un taller de antifaces, que fue el detonante para que abrieran sus corazones”, explica.

La labor de Aguirre Ochoa va más allá de la narración, es un arquitecto de sueños y un forjador de esperanzas. A través de la literatura, no solo ofrece escape, sino también herramientas para la transformación personal y social.

Con sus palabras en la literatura, el maestro sinaloense no solo alimenta la mente, sino también el alma, empoderando a quienes la abrazan con el conocimiento y la conciencia de su propio valor.

Hoy, Juan Carlos Aguirre sigue siendo un faro de luz en medio de la oscuridad, tejiendo historias de esperanza y redención en cada rincón que alcanza su voz porque, como él mismo dice, la literatura es más que palabras en una página, es el hilo que une nuestros corazones y nos guía hacia un mañana mejor.

Fuente: Blog En Voz Alta

https://www.mexicanosprimero.org/blog/tejo-con-palabras-un-mundo

Comparte:

Más notas